
VÍA BIZÉN FUSTER
Con los coloquios de Almudena Grandes, hemos llegado al final del ciclo “Conversaciones con el autor 2014″ que desde la delegación de Archivos y Bibliotecas de la DPZ, organizamos en colaboración con los Ayuntamientos participantes, y del que estamos muy satisfechos tanto por calidad de los autores como por la participación de los lectores. El jueves pasado disfrutamos de sendos coloquios en Ricla y Zaragoza, que tuve el honor de introducir, y en los que junto al autor participaron como “conversadores” el moderador habitual Ramón Acín y el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova (gran amigo también de la autora y experto en la etapa histórica en la que la autora suele ambientar sus novelas).
A las seis de la tarde tocó el turno a Ricla. Allí, Almudena compareció ante un auditorio, el Salón Pista Municipal, que llenaban 95 lectores. Tras las presentación de la concejala Elvira Fiances (CHA) –que sustituyó alcalde Paco Romeo, que se excusó por estar enfermo– y mis palabras, Ramón Acín sometió a un bombardeo de preguntas a la autora, al que se sumaron numerosos vecinos (los había no solo de Ricla, sino también de los clubs de lectura de La Almunia y Calatorao). Al terminar, además de firmar muchísimos ejemplares de sus obras, Almudena recibió un cesta con productos típicos de la localidad como obsequio del Ayuntamiento, junto al cariño de muchos de sus vecinos.
Ya en Zaragoza, a las ocho, esperaba el auditorio que llenaba –130 lectores– el Salón Antiguo de sesiones de la Diputación Provincial. Allí, tras mi presentación, Ramón Acín y Julián Casanova sometieron a un fuego cruzado de intervenciones a la autora, que la dejaron prácticamente exhausta. Se repasó su obra y sus protagonistas –desde Lulú en la primera a Manolita en la última-, el origen de sus novelas, su contextualización, su faceta de columnista en la prensa diaria y cuentista en la dominical, etc. Explicó porque las suyas no son novelas históricas aunque se enmarquen en un cuadro historicista, además de que porque sus personajes ni son reyes, ni emperadores ni ministros, ni príncipes, ni generales, sino gente corriente. También Casanova desmontó algunos de los tópicos de la historia, como el de que la historia reciente no se puede afrontar porque no ha transcurrido tiempo suficiente, cuando tenemos absolutamente toda la información para aproximarnos con el mayor rigor científico.
Tras estudiar Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, comenzó a trabajar escribiendo textos para enciclopedias. Su primera novela publicada fue Las edades de Lulú (1989), obra erótica que ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical y fue llevada al cine por Bigas Luna al año siguiente. La novela tuvo un gran éxito y ha sido traducida a más de 19 idiomas. Su siguiente novela, Te llamaré Viernes (1991), no tuvo gran repercusión. Sí la tuvo, en cambio, Malena es un nombre de tango (1994), que fue llevada al cine por Gerardo Herrero en 1996. Uno de sus relatos, El lenguaje de los balcones, inspirado en un poema de su marido –Luis García Montero-, sirvió de base para la película “Aunque tú no lo sepas”, que Juan Vicente Córdoba dirigió en el año 2000.
Atlas de geografía humana (1998), Los aires difíciles (2002) y Castillos de cartón (2004) continúan la obra novelística de la autora. Como sus obras anteriores, todas transcurren en la España del último cuarto del siglo XX o principios del XXI, mostrando con técnicas realistas e introspección psicológica la vida cotidiana de personajes de esta época. En 2003 se publicaron una serie de artículos que habían aparecido en El País bajo el título Mercado de Barceló. En 2006 se estrena la película “Los aires difíciles” basada en su novela homónima, dirigida por Gerardo Herrero.
En 2007 publicó El corazón helado, extenso y complejo relato en el que se plasma la vida de dos familias españolas a lo largo de gran parte del siglo XX. Esta novela ganó al año siguiente dos importantes premios: el José Manuel Lara y el del Gremio de Libreros de Madrid.
En 2007 se estrenó la película “Atlas de geografía humana”, basada en su novela. La película fue dirigida por Azucena Rodríguez. Su novela Inés y la alegría (2010), que obtuvo en México el Premio Elena Poniatowska, ha sido calificada de “portentosa obra narrativa que, montada en la tradición galdosiana escrita contra viento y marea, contra la tendencia general en nuestro tiempo, de andar con prisas, tanto del lado de quien la construye como de quien la lee”. Sus últimas obras son El lector de Julio Verne (Tusquets, 2012) y la más reciente Las tres bodas de Manolita (Tusquets, 2014).
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